El nearshoring se ha convertido en una ventana de oportunidad para que las economías latinoamericanas renueven sus matrices productivas, modernicen sus estructuras y se industrialicen en línea con los nuevos tipos de industrias relacionadas con la IV Revolución Industrial.
Una especie de bala de plata porque la llegada de esas inversiones externas provoca la necesidad de mejorar las infraestructuras, invertir en capital humano para cubrir los nuevos empleos que se van a crear y diseñar un entorno institucional acogedor para las empresas.
El nearshoring va a tener efectos directos en México, Centroamérica y el Caribe, pero también en Sudamérica. El nearshorig beneficia sobre todo a México. Y lo hace por razones geopolíticas (pugna EE. UU.-China), geográficas (cercanía mexicana con EE. UU.) y sociales (menores costos laborales).
Después de México, Centroamérica y el Caribe es la región que más puede verse beneficiada por el nearshoring. Puede incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) hasta en un 1.5%. Un ejemplo del nearshoring en Centroamérica es la instalación de la planta de semiconductores en Costa Rica, gracias a que el país centroamericano cuenta con ingenieros calificados.
Junto al caso de Costa Rica sobresale el de la República Dominicana gracia a su estabilidad institucional y beneficios para la inversión como son las Zonas Francas. Centroamérica tiene retos importantes para la llegada de más empresas gracias al nearshoring. En materia de seguridad (Guatemala), déficit de infraestructuras y en la necesidad de abaratar la energía, por lo que es necesario la proveeduría de energía competitiva, tanto de electricidad como gas natural.
La región sudamericana parece menos beneficiada por el nearshoring por su lejanía y mayores costos salariales. Sin embargo, algunos países ya despuntan:
-. Perú puede convertirse en un centro portuario en el Pacífico puede brindarle al país una oportunidad única e impulsar la deslocalización en el Cono Sur.
-. Colombia por su cercanía geográfica y el hecho de tener un TLC con EE. UU. tiene grandes opciones de tener un papel destacado en el nearshoring.
-. El crecimiento del nearshoring en Brasil ha sido evidente con la instalación de plantas de importantes armadoras de autos chinos como Great Wall Motors y BYD.
