De acuerdo con los últimos datos recogidos por la Organización Mundial del Turismo, este sector se ha incrementado un 5% en Latinoamérica durante 2018. Pese a que el mercado iberoamericano se perfila como una gran potencia para el turismo, actualmente está creciendo por debajo de sus posibilidades, ya que, de forma conjunta, el flujo global aumentó un 6% frente al 3% de América Latina.
El turismo es un gran impulsor socioeconómico para la región, ya que supone el 8,5% del PIB y según datos de WTTC (World, Travel & Tourism Council) generó un total de 10,6 millones de empleos en el último año, que se convertirán en 13,2 millones durante la próxima década.
A pesar de estos datos positivos, la industria del turismo afronta en América Latina nuevos retos como mejorar la calidad invirtiendo en nuevas infraestructuras y en los sistemas de seguridad, un problema que le hizo perder el 3,5% del PIB, según un estudio del BID (Banco Interamericano de Desarrollo).
De este modo, el mayor desafío de las administraciones es crear una estrategia basada en la diversificación de la oferta, la mejora del producto por medio de la profesionalización, la innovación y la inclusión de un turismo sostenible medioambiental.
En el III Congreso bienal Iberoamericano para ‘Presidentes de Compañías y Familias Empresarias’, tendrá lugar el panel “El turismo como motor económico de la región”, en el que se debatirá sobre el impacto social y empresarial a través de los nuevos modelos de turismo, que deben velar por su sostenibilidad y por el respeto al patrimonio cultural. Asimismo, se analizarán casos de éxito y los modelos de innovación que están liderando el cambio.