P – El III Congreso bienal Iberoamericano es el mayor encuentro empresarial de la región que se celebra en España y cuenta con la presencia de los mayores decisores de la economía de América Latina. ¿Qué espera de este Congreso como panelista y qué puede aportar desde su punto de vista a Iberoamérica?
R – Sin duda el programa de este año es muy completo, organizado por y para empresarios con inquietudes y problemas parecidos. Y eso se nota. Estoy convencido de que vamos a poder compartir momentos interesantes, escuchar voces nuevas y aprovechar su poder transformador. Los bloques de “Next Generation” o el de “Mujer, Empresa y Liderazgo” en el que participo se prevén muy potentes.
P – Este III Congreso CEAPI se centra en la disrupción y en la innovación que estamos viviendo en nuestros días. Como máximo responsable de su empresa, ¿qué factores deben tener en cuenta las compañías en sus modelos de negocio para no caer en la obsolescencia en plena cuarta Revolución Industrial?
R – Creo que más que centrarnos en la disrupción y en la innovación como conceptos en sí mismos es hora de entender que la batalla está en el talento. Esa es nuestra marca de futuro. Y, por tanto, el futuro de cualquier organización. La capacidad de transformarse y adaptarse de forma permanente viene de una escucha constante dentro y fuera, de procesos internos, de proyectos impulsados por un espíritu curioso, de startup en el que cuestionarse las cosas sea un básico, como el respirar.
P – Uno de los objetivos principales del III Congreso bienal Iberoamericano es poner en valor la importancia y potencia empresarial de Iberoamérica y el fomento de las relaciones entre los asistentes y panelistas, ¿qué grado de importancia tiene ahora mismo la innovación y la globalización y el establecimiento de lazos internacionales con otras empresas?
R – Es todo. La innovación no se entiende sin un mundo interconectado en el que se pueda compartir y en el que el mayor número de personas pueda beneficiarse de los últimos avances. Apostar por nuevos modelos de negocio, aumentar las oportunidades de crecimiento… sí, es clave y el objetivo de este congreso como bien dices.
Usted participará en la mesa ‘Familia Empresaria: madres, hijas, hijos’, ¿qué ventajas supone pertenecer a una empresa familiar global?
Qué puedo decir, es una gran suerte. La ventaja principal es que uno hace y vive lo que ha visto desde chico. No es tanto un tema de ADN, sino de compartir unos valores, una forma de ver la vida y sentir la empresa. Existe una identificación clara con el compromiso. Más ventajas, sin duda la rapidez y el dinamismo en la toma de decisiones, una mayor flexibilidad y capacidad de adaptación. El reto en cualquier compañía global y familiar hoy está en consolidar ese legado familiar, ese leit motive que guio los inicios, manteniéndolo pero siempre con una capacidad infinita de reinvención.