Manifiesto final del III Congreso Iberoamericano de CEAPI

Iberoamérica y el mundo se enfrentan a nuevos retos, pero también grandes oportunidades. El III Congreso Iberoamericano de CEAPI se ha desarrollado en un clima de compromiso con una idea clara: las empresas deben dar un paso al frente porque el cambio no será posible sin ellas. Las empresas iberoamericanas están densificando su presencia en la región, creando con sus inversiones, su visión, su cultura y sus prácticas una realidad: Iberoamérica, un mercado de 680 millones de habitantes formado por 23 países, si incluimos Puerto Rico. Compartimos nuestras conclusiones:

1.Las empresas no pueden mantener la idea de que su única responsabilidad social y la clave para medir su gestión sea aumentar el valor para sus dueños y accionistas. Necesitamos conectar las empresas con la sociedad y ser parte de la respuesta. Las asociaciones empresariales tenemos que ser impulsores del cambio.

2.El reto medioambiental no puede resolverse sin la iniciativa privada. Los consumidores y los ciudadanos, especialmente las nuevas generaciones ya han definido su postura. Los jóvenes nos demandan que no les hurtemos su futuro. Las decisiones de todas y cada una de las compañías pueden suponer un cambio de gran impacto.

3.El talento de la mujer no puede desperdiciarse más. Desde la empresa debemos asegurar que la mujer tenga las mismas oportunidades en ocupar responsabilidades. Y puede colaborar en dar visibilidad a ejemplos inspiradores. También desde nuestras fundaciones, concienciar a la sociedad que cualquier tipo de violencia contra la mujer es intolerable.

4. La sociedad merece creer en un mundo mejor. Es importante trabajar en contagiar valores y generar confianza, desde nuestras empresas o con programas de cooperación con la sociedad. En el congreso hemos visto grandes ejemplos de transformación y apoyo a comunidades desfavorecidas, a través del deporte, de la cultura o de programas de acción social.

5.La tecnología, la digitalización, el big data, pueden ser una oportunidad, si todas y cada una de las empresas abrazan la innovación, desde dentro de sus compañías o en colaboración con emprendedores. Debemos formar parte de la disrupción. Y tenemos el reto de trasladar parte de esa innovación a las PYMES, a través de programas de cooperación, o creando nuevos productos o servicios. Sin el concurso y el avance de las firmas de menor tamaño, no será posible una Iberoamérica próspera e inclusiva, habida cuenta de que las pymes constituyen el 90% de las unidades productivas, generan el 60% del empleo y contribuyen con un 25% al PIB de la región.

6. La empresa familiar representa en muchos de nuestros países el 90 % de nuestro tejido empresarial. Establecer procesos de sucesión adecuados, no es solo definir las prácticas de buen gobierno, sino mantener el espíritu emprendedor y la ambición de crecimiento, necesario para seguir generando empleo en nuestros países. No podemos dejar que lo urgente nos aleje de lo importante.

7.La corrupción está rompiendo la confianza de las personas en las instituciones y en el sistema. Las empresas tienen una respuesta clara: buen gobierno corporativo, transparencia y rendición de cuentas, necesario además para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad de los negocios.

8.Vivimos en una era de la denominada “humanidad aumentada” por la tecnología donde la robotización y la inteligencia artificial que provocarán un enorme impacto en el empleo. Hay profesiones que aún no se estudian, pero que las compañías ya están incluyendo en sus programas de formación interna. Las empresas pueden apoyar que sus empleados aprendan las profesiones del futuro y nos toca además insistir e insistir, a las administraciones la necesidad de adaptarse a la nueva realidad. La educación es una apuesta imprescindible.

9. Necesitamos que la Administración abra el diálogo con las empresas comprometidas con la sociedad. Y que entienda que el futuro de sus empresas es el futuro de sus países.

10. Desde España durante años se inició la globalización invirtiendo en América Latina. Las empresas latinoamericanas están invirtiendo en la región y en los últimos años han elegido España como plataforma para su internacionalización en Europa o incluso África o USA. La globalización, desde una plataforma de 680 millones de habitantes es una oportunidad.

EN CONCLUSIÓN: Hoy soplan vientos de crisis, desaceleración económica y enfrentamiento de los grandes bloques. Pero nunca como ahora habíamos tenido la posibilidad de realizar grandes transformaciones. Y para ello nuestra apuesta es más Iberoamérica.

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